domingo, 9 de marzo de 2014

3 de marzo en Bilbao, reunión del FMI, bancos, Inditex...

A continuación voy a poner un texto que me hizo llegar un compa que estuvo presente durante la manifestación y la revuelta. Para saber datos sobre la reunión id a un periódico de tirada nacional o poned la TV. Esto no te lo contarán los medios. Que se extienda la revuelta:

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Llegamos a la manifestación sin muchas esperanzas. Ya nos habíamos ilusionado otras ocasiones y era mejor ser prudente.

Todo transcurría con normalidad: gritos, huevos con pintura, nada que destacar, hasta que unx chavalx estaba pintando en Zara y salió el de seguridad correspondiente en su dirección (no sé si para llamarle la atención, pararle o qué). En ese momento el grupo de lxs que estaban a su altura se dirigieron hacia el segurata, haciéndole entrar corriendo en el edificio donde trabajaba. Supongo que este gesto del mediaplaca molestaría a la peña, lo que provocó que un grupo de manifestantes se dirigiese a la acera de enfrente y destrozase el Zara Home. Así empezó todo. Nosotrxs estábamos paradxs sin saber cómo reaccionar. Habíamos vivido otras veces esa situación, pero nunca tan deprisa y por un motivo que realmente no es una agresión ni una carga policial. No nos lo creíamos. “La chavalada de Bilbao está muy loca”, “No les hace falta nadie más, parece que arrasan con todo ellos solos”. Arrancaban papeleras, tiraban contenedores (subiéndolos entre todxs, pues estaban anclados al suelo), recogían los cristales para lanzarlos, etc. De repente vinieron los antidisturbios, y todxs salimos corriendo, como por acto reflejo, cuando ni siquiera habían bajado de los furgones; por suerte había gente gritando a la calma y supimos organizarnos (sin hablar) entre todxs, reventar el pavimento y lanzarlo a la policía. SE RETIRARON. Todxs gritamos, nos abrazamos, aplaudimos. No entendíamos nada sobre por qué nos estaban dejando hacer lo que queríamos, pero lo importante es que se fueron. Continuamos, más tiendas como Loewe y bancos fueron destrozados. Llegamos a una plaza donde se encontraba un furgón policial. Fue automático, nos lanzamos hacia él hasta tumbarlo y destrozar cristales y luces. Más gritos de alegría. No recuerdo muy bien cómo acabó todo. Sencillamente llegamos al lugar donde se tenía que acabar la manifestación y la gente paró. Llegados a este punto habían detenido a 2 personas, y un chico se había escapado cuando intentaban cogerlo. También se había dado un piedrazo en la cara a un policía.



Como nos habíamos quedado todxs con ganas, quedamos a X hora en X sitio. Éramos bastantes, todxs jóvenes. La nueva generación de desencantadxs. Esto sí fue espontáneo. De repente empezamos a movernos y destrozamos todo lo que nos robaba la vida a nuestro paso por el casco viejo. Hubo un momento que decidimos plantar cara a los zipayos, pero por suerte pensamos bien y decidimos no hacerlo, porque no teníamos formas de defendernos más allá de unos cuantos contenedores ardiendo. Llegamos a una plaza abierta y había un coche de municipales. “¡¡A por ellos!!” Y un grupo de unxs 5 fuimos hacia ellxs, pero huyeron. Imaginamos que habrían dado el aviso de que estábamos allí. Había que actuar rápido. Grité “¡A por el KFC!” y justo cuando empezamos a correr hacia él llegaron dos lecheras. Unxs huímos en dirección contraria al casco viejo, otrxs se metieron en él (mala idea, es una ratonera) y aquí detuvieron a más gente (no sé exactamente a cuántxs). Todo fue muy fácil. Tan fácil que nos dio la paranoia y decidimos no continuar (hablo por mi pequeño grupo), porque ya estábamos tentando mucho a la suerte.

Más tarde se realizó una concentración que había sido convocada y desconvocada por los sindicatos. En mitad de una rotonda rodeada por lecheras, no había nada que hacer aunque nos reconocimos entre algunxs de lxs que habíamos estado antes luchando juntxs y fue bonito. A las 21:30 se fue a recoger a lxs detenidxs y sé que por la noche continuaron los disturbios hasta cerca de las 23:30 pero ahí ya no estuve. El total de detenidxs en todo el día fue de 17 personas (eso me han dicho después de lo de la noche).

Nada ha cambiado en Bilbao. El FMI sigue practicando el terrorismo internacional, y nosotrxs hemos recuperado la esperanza con más fuerzas que nunca. Provocaremos la próxima cada noche. Nos vemos en la calle.