lunes, 20 de enero de 2014

El antifascismo como forma de adhesión al Sistema


Introducción.

Decir de entrada que tanto el fascismo como el antifascismo han jugado históricamente un papel contrarevolucionario y que ambas han constituido y constituyen una forma de adhesión al capitalismo puede resultar un tanto fuerte o cuando menos extraño. Tratar de argumentar tales afirmaciones o al menos promover un debate sobre un tema tan de moda como el antifascismo es la intención de este artículo.

Revisando, reentendiendo la historia.

Hay quien opina que la historia es la carroña de las sociedades y los historiadores sus forenses. Esa quizás sea la historia con mayúsculas, la de las facultades y bibliotecas, la historia que nosotr*s reivindicamos no es (o no debiera ser) pretenciosamente objetiva, es (o debiera ser) una herramienta crítica para entender el presente y transformarlo. Durante diferentes etapas de la historia las minorías acomodadas han utilizado en momentos de crisis a movimientos folklóricos para mantener sus privilegios, llegando a ceder a estos grupos de presión el poder político. Este es el caso del fascismo en el período de entreguerras. (1) Tras la I Guerra Mundial (14-18) el capitalismo ya no juega un papel progresivo, no desarrolla las fuerzas productivas más que provocando crisis y guerras. En este contexto surgirá el fascismo pero también el antifascismo y ambos con el mismo fin, aunque pueda parecer lo contrario, salvaguardar los intereses del capital imperialista y aplastar al proletariado internacional. La Guerra Civil española ilustra el papel contrarevolucionario del antifascismo a la perfección. El 19 de Julio en diversas ciudades de España l@s obrer@s cortan el paso a la rebelión militar y comienzan una dinámica de expropiación de claro matiz revolucionario. Poco durará el apogeo de este proceso, la misma constitución del Comité de Milicias Antifascistas (organismo interclasista que traslada el protagonismo de las masas a la dirección de las organizaciones) evidencia el ataque de la burguesía antifascista contra el proletariado. El cónclave de Burgos y el gobierno republicano de Madrid son los ejes de una misma pinza que se cierra contra la clase obrera. España no será el escenario de una guerra revolucionaria, ni tan siquiera de una guerra civil, sino el de una guerra imperialista. La burguesía (tanto nacional como internacional) alineada a ambos lados ventila sus cuentas a costa del proletariado. Desde la República se centra el mensaje en una política de guerra. La guerra como forma de reestructuración del modelo capitalista en crisis y aplastamiento de la clase obrera. La guerra en España servirá de laboratorio de pruebas, un anticipo al mismo fenómeno de reestructuración que se vivirá a nivel mundial (II Guerra Mundial). En España se impondrá un modelo capitalista dictatorial (con la complicidad de las democracias occidentales y la URSS), mientras que tras la 11 Guerra Mundial en el resto del mundo se impondrá un modelo capitalista democrático falsamente enfrentado a un supuesto bloque «socialista» antagónico. Tanto el modelo dictatorial como el democrático tienen una misma finalidad: reajustar y mantener el sistema de explotación. Evidentemente España no entrará en el conflicto mundial puesto que el reajuste (vía triunfo dictatorial) se ha producido con anticipación. También es lógico, siguiendo esta argumentación, que las democracias occidentales que decían luchar contra el fascismo no cuestionen el sistema político (fascista) español tras la II Guerra Mundial. En la guerra de España la ideología que se impondrá, como supuesta necesidad ineludible, será el antifascismo: el frentismo y la colaboración de clases incluyendo en esto a las cúpulas (no se les puede llamar de otra manera) de la CNT-FAI y los oportunistas del POUM desmarcándose con ello de una política realmente revolucionaria y plegándose al pragmatismo de una política de guerra. La unidad antifascista no es más que el colaboracionismo de clase. El proletariado en lugar de enfrentarse contra sus enemigos, (la burguesía fascista y antifascista), en una verdadera guerra de clases se verá obligado a hacer de carne de cañón de ambas burguesías con la complicidad de algun*s de sus «dirigentes más avanzados». Los sucesos de mayo en Barcelona se evidencian como el epílogo de un deseo frustrado de comunismo (2) por parte del proletariado. Es a partir de mayo que podemos decir que la burguesía (de la mano de sus aliados estalinistas) ha vencido a una revolución inconclusa (no se tocaron los bancos, no se abolió el dinero, y principalmente no se destruyó el Estado, lejos de eso algunos anarquistas llegaron a convertirse en ministr*s). El cadáver de Camilo Berneri será el estandarte de uno de los crímenes más evidentes del antifascismo. Los obreros españoles fueron machacados bajo la bandera del antifascismo y en definitiva lucharon (sin ser su deseo) por el triunfo del capitalismo. El proletariado internacional bajo la misma bandera antifascista sólo esbozó los trazos de una solidaridad mediatizada. Este sólo podía respaldar a l*s obrer*s españoles mediante acciones de clase dirigidas contra el aparato económico y político del capital. Por eso la ayuda efectiva a la España revolucionaria únicamente residía en el cambio radical a nivel mundial de las relaciones de clase. (3) La Guerra Civil española ejemplariza el nocivo papel del antifascismo. El fracaso de la revolución habría que buscarlo en múltiples causas y no solamente en el antifascismo pero ésta no es la misión del presente articulo.

Fascismo hoy. 

Para determinar la función que cumple el fascismo hay que determinar cuál es la realidad en la que se desenvuelve, que evidentemente no es la misma que la de los años 30. La necesidad constante del desarrollo de las fuerzas productivas del capitalismo han llevado a éste a una crisis permanente. La crisis del modelo de desarrollo keynesiano desde principios de los años 70 conducen a una paulatina superación de este modelo (del Estado de Bienestar) y a la paulatina extensión de un nuevo (viejo) modelo de liberalismo. En la actualidad ambos modelos conviven y/o compiten en un marco internacionalizado de la economía de mercado. Este estado de inestabilidad es susceptible de generar graves disfuncionalidades. La sustitución de un modelo en decadencia por uno en auge crea una situación de desprotección y una fuerte resistencia en grandes capas de la sociedad. A esto se añade la supuesta inmigración masiva como causa de disfuncionalidad añadida fruto de la internacionalización de la economía y el incremento de la explotación en los países de la periferia, así como de la marginación de grandes áreas geográficas del mercado-mundo. En resumidas cuentas este es el marco donde situar el fascismo hoy. Su misión en él seria facilitar la transacción de un modelo a otro, desarrollando políticas tendentes no a tomar el poder (no por ahora ) sino a fortalecerlo y totalizarlo por medio de leyes represivas, antiinmigración, etc. que impidan o neutralicen las posibles disfuncionalidades (que se traducirían en revueltas cíclicas o movimientos de resistencia (4)) conservando y manteniendo formas de gobierno formalmente democráticos pero apuntalando el papel represivo del Estado capitalista. El fascismo pues trataría de derechizar la sociedad a la par que desestabilizar para justificar medidas de urgencia por parte del Estado. Por otro lado se vuelve a plantear la dicotomía democracia o fascismo (dos caras del mismo capitalismo) que lleva a reforzar la alternativa democrática frente a la posibilidad fascista saliendo victorioso de este falso enfrentamiento el capital.

Antifascismo hoy. 

Entendiendo qué función juega el fascismo en el marco de relaciones sociales y económicas podemos entender la función que juega su anti. El antifascismo hoy adopta (queriendo o sin querer) diversas facetas y funciones:

El antifascismo como actitud estética.
El antifascismo es poco menos que una moda. La falta de análisis, debate y crítica es patente. No se globaliza el problema sino que se trata de atajar sus efectos más palpables (violencia callejera fascista) reproduciendo, en muchos casos, esto mismo (violencia callejera antifascista). Alrededor del antifascismo se crea y recrea una estética pandillera y de escasos contenidos regida por una violencia macarra y estéril. Proliferan grupos, colectivos, plataformas, etc., que tratan de responder a un fenómeno sin analizar sus causas o al menos sin atacar a éstas. Actos a contra o de puro carácter anecdótico como las manis del 20 N son moneda habitual. Más allá hay que situar la patética imagen del mata-nazis como figura folklórica del movimiento que en demasiados casos copia actitudes y esquemas mentales de sus presuntas víctimas, en una clara tendencia militarista que puede llegar a prevalecer e involucrar a todo el movimiento.

El antifascismo como lucha de distracción.
El fijar nuestros esfuerzos en la lucha antifascista a nivel parcial nos aleja ineludiblemente de la centralidad de la lucha de clases: crear conciencia y autoorganización de clase. El antifascismo distraería voluntades a una problema concreto fruto de una situación global. Más cuando se cae en dinámicas de represión-acción (difíciles de evitar) que llevan al movimiento a centrar su trabajo en responder a agresiones de grupos fascistas o del aparato represivo del Estado cuando l@s antifascistas son represaliad@s.
El antifascismo como colaboración de clase El lema «tod@s contra el fascismo» puede ejemplarizar una tendencia a la colaboración de clases. La alianza, en plataformas y demás, con fuerzas contrarevolucionarias de la izquierda capitalista es patente en muchos casos. Un lema tan general es asumible desde muchos ángulos, desde la izquierda colaboracionista a la derecha liberal ( no olvidemos que Antena 3 se ha convertido en paladín antifascista) pasando por los grupúsculos oportunistas (los restos del leninismo que combaten el fascismo aquí y apoyan alianzas entre fascistas y «comunistas» en la antigua URSS). La historia vuelve a repetirse con un escenario totalmente distinto al desarrollarse políticas frentistas que implican un reforzamiento del modelo capitalista bajo formas democráticas parlamentaristas. Se vuelve a colaborar con nuestros enemigos de clase socavando nuestros propios intereses para defendernos todos juntos de nuestros enemigos aparentemente más directos y atroces: los fascistas. (5) El resultado es que en lugar de hacer cotidianamente revolución nos hacemos aliados de sus enemigos.

El antifascismo como forma de reforzar al Estado. 

Desde grupos antifascistas se reclaman medidas estatales y legales que represalien al fascismo (6): leyes contra los grupos nazis, mayores medidas policiales, altas penas de prisión, etc. La aplicación de tales medidas difícilmente irían a nuestro favor más bien todo lo contrario. Con ello se refuerza el papel del Estado a nivel represor y se fortalece su poder. No deja de sorprender y alarmar que desde nuestras filas se dan armas a nuestro enemigo más señalado: el Estado. Así como se considere que sus leyes puedan ser nuestra salvaguarda contra quienes son ni más ni menos que sus cómplices: fascistas.

Palabras finales. 

No se pretende hacer desde este artículo una crítica sanguinaria y sin atenuantes a todos los grupos antifascistas. No se puede pensar que este movimiento sea homogéneo e igualmente criticable pero sí que es necesario empezar a criticar, analizar y en definitiva a pensar la realidad. Globalizar las situaciones para intervenir en la realidad y transformarla es tarea de tod* revolucionari*. De lo contrario podemos caer (aunque sea sin desearlo) en el papel de ser cómplices o compañer*s de viaje del mismo sistema que nos oprime. Tampoco desea este artículo decir que no debemos enfrentarnos al fascismo, pero sí aclarar que esta lucha forma parte (y no la fundamental) del enfrentamiento cotidiano al capital-Estado y no una forma de justificar la existencia de éstos.

SALUD Y ANARQUIA
El último de Filipinas. Alacant. Diciembre 1996.


(1) Son evidentes las similitudes del nazi-fascismo de los años 30 con la toma del poder por Luis Bonaparte «el 18 de Brumario». Así como la organización política del nazi-fascismo con la «Sociedad del 10 de Septiembre» que daba soporte a Bonaparte y la función política dada a ésta dentro del marco de los intereses de la burguesía.

(2) Entendiendo comunismo no desde las estrategias leninistas sino desde su forma integral. Lo que l@|s anarquistas llamamos comunismo libertario.

(3) Sólo unos pocos (Durruti y su grupo «Nosotros» entre otr@s) plantearon de forma teórica extender la revolución a nivel intemacional y crear un «efecto dominó».

(4) Revueltas como las de Caracas, el POLL TAX o Los Angeles. En ellas se evidencia un trasfondo más profundo, de malestar general, más allá de los hechos concretos que sirvieron de detonante.

(5) Este tema se produce en el caso alemán (y no es el único). Los grupos autónomos han llegado a buscar el apoyo en el Partido Socialdemócrata fomentando una especie de unidad antifascista e interclasista.

(6) Este tipo de medidas se reclamaban recientemente en la portada del boletín «No pasarán» del colectivo «Al enemigo ni agua» de Barna. O en el caso Guillén Agulló donde diversos grupos reclaman altas penas de prisión y cumplimiento íntegro de las condenas. Evidentemente había quien discrepaba, como la Asamblea Antifascista de Valencia.

Este texto ha sido publicado en el Ekintza Zuzena nº23 y en el Jake Libertario nº12




jueves, 12 de diciembre de 2013

Testificación de Peter Daniel Young, del Frente de Liberación Animal.




"Estoy aquí hoy para ser sentenciado por mi participación en la liberación de visones de 6 granjas peleteras. Me arrepiento de que sólo fueran 6. Estoy aquí hoy para ser sentenciado por mi participación en la liberación de 8.000 visones de dichas granjas. Me arrepiento que solo fueran 8.000. Tengo conocimiento que de esas 6 granjas sólo cerraron 2. Me arrepiento que sólo fueran 2. Sobre todo me arrepiento de mi moderación, porque independientemente del daño que causáramos a esos negocios, si esas granjas continúan abiertas, si tan sólo un animal fue dejado atrás, entonces es que no fue suficiente. No pretendo librarme de las consecuencias de estos actos suplicando misericordia o apelando a la conciencia de la sala, porque si este sistema tuviera conciencia yo no estaría aquí, en mi lugar estarían todos los carniceros, vivisectores y los granjeros de pieles de todo el mundo. Pienso seguir con la cabeza en alto en esta sala, que me verá enjaulado por un acto de conciencia. Tampoco daré el placer a los granjeros de pieles que hay en esta sala de verme cabizbajo delante de ellos. Todas esas personas cuyas granjas visité en 1997, dejarme deciros esto a la cara por primera vez, fue un placer atacar vuestras granjas y liberar a esos animales que tenéis enjaulados. Es ante ellos ante quien respondo, no ante vosotros o ante este tribunal. Recordaré las noches que entré a vuestra propiedad como la mejor experiencia de mi vida. Y a los granjeros u otros sádicos que lean mis palabras en el futuro y se rían de mi suerte, recordad: Hemos dejado a más granjeros en bancarrota que vosotros activistas habéis conseguido encerrar. No lo olvidéis. Dejadme dar las gracias a todas las personas que han venido a apoyarme en este juicio. Mi último deseo antes de volver a la cárcel es que cada uno de vosotros se dirija a una granja de pieles esta noche, tiren a bajo las vallas y abran todas las jaulas. Esto es todo" 8 de noviembre del 2005, Peter Daniel Young.




miércoles, 13 de noviembre de 2013

Una gran resaca. Breve resumen de la evolución de la sociedad y el trabajo. (I)

Este texto es la traducción de http://www.correcotia.com.br/bolobolo/principal.htm Espero que os guste. (Mi opinión no tiene por qué coincidir con lo que traduzca, como en este caso).


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Una gran resaca


Vivir en este planeta no es tan agradable como podría ser. Es cierto que alguna cosa no salió bien en la Tierra, ¿pero el qué? Tal vez fue un equívoco fundamental cuando la Naturaleza (o cualquier quienquiera que haya sido) decidió poner en práctica la idea de “Ser humano”. Ahora bien, ¿por qué debería ese animal andar sobre dos piernas y comenzar a pensar? Pero bueno, en cuanto a eso no hay mucha elección, tenemos que aprender a lidiar con ese error de la naturaleza, es decir, nosotrxs mismxs. Los errores existen para aprender de ellos.

En tiempos prehistóricos el negocio no parecía tan malo. Durante el Paleolítico, 50.000 años atrás, éramos muy pocxs. Había comida abundante (caza y recolección), y sobrevivir exigía solo un tiempecito de trabajo con esfuerzos modestos. Coger raíces, castañas o moras (no olvidar los hongos) y matar (o mejor, coger con la arapuca* N.T.: especie de trampa) conejos, canguros, peces, pájaros… llevaba dos o tres horas al día. Repartíamos la carne y los frutos con lxs otrxs y pasábamos el resto del tiempo durmiendo, soñando, bañándonos en el mar o en una cascada, follando o contando historias. Algunos de nosotros comenzamos a pintar las paredes de las cavernas, a tallar huesos y troncos, a inventar nuevas trampas y canciones.

Deambulábamos por los campos en grupos de veinticinco, más o menos, con un mínimo de bagaje y pertenencias. Preferíamos climas suaves, como el de África, y no había civilización para expulsar a gente en dirección a los desiertos, tundras y montañas. El Paleolítico debe haber sido un buen negocio, como acreditan los recientes hallazgos arqueológicos. Por eso es que nos quedamos en él durante miles de años, un periodo largo y feliz comparado con los dos siglos de la actual pesadilla industrial.

Entonces alguien comenzó a juguetear con plantas y semillas e inventó la agricultura. Parecía una buena idea: no teníamos que andar más buscando vegetales. Pero la vida se hizo más complicada y trabajosa. Estábamos obligadxs a estar en el mismo sitio durante meses, a guardar semillas para la siguiente plantación, a planear y ejecutar el trabajo en los campos. Y necesitábamos defender las tierras de nuestrxs primxs nómadas, cazadores y recolectores que insistían en que todo pertenecía a todo el mundo.

Comenzaron los conflictos entre artesanos, cazadores y pastores. Fue preciso explicar a lxs otrxs que habíamos trabajado para acumular nuestras provisiones, y ellxs ni tenían una palabra para trabajo.

La planificación, la reserva de comida, la defensa, las cercas, la necesidad de organización y autodisciplina abrieron camino para organismos sociales especializados como iglesias, mandos, ejército. Creamos religiones con rituales de fertilidad para mantenernos convencidxs de nuestra nueva elección de vida. La tentación de volver a la libertad de cazadorxs y recolectorxs debe haber sido una amenaza constante; y, fuera con patriarcado o matriarcado, estábamos a camino de la institución, familia y propiedad.

Con el crecimiento de las antiguas civilizaciones de Mesopotamia, India, China y Egipto, el equilibrio entre los humanos y los recursos naturales estaba definitivamente arruinado. Se programó así un futuro obstaculizado. Organismos centralizadores desarrollarían su propia dinámica; volviéndonos víctimas de nuestra creación. En vez de un par de horas por día, trabajábamos diez o más en los campos y construcciones de faraones y césares. Moríamos en sus guerras, éramos deportadxs como esclavxs cuando querían, y quien tratase de volver a la libertad anterior era torturadx, mutiladxs o asesinadx.

Con el inicio de la industrialización las cosas no mejoraron. Para chafar las rebeliones de lxs campesinxs y la creciente independencia de lxs artesanxs en las ciudades, se introdujo el sistema de fábricas. En vez de capataces y látigos, usaban máquinas. Ellas comandaban nuestro ritmo de acción, castigando automáticamente con accidentes, manteniéndonos bajo control con bastos golpes. Una vez más el progreso significaba trabajo y más trabajo, en condiciones aún más asesinas. La sociedad entera, en todo el planeta, estaba transformándose en una enorme Máquina de Trabajo. Y esa Máquina de Trabajo era al mismo tiempo una Máquina de Guerra para cualquiera que -de dentro o de fuera- osase oponerse. La guerra se volvió industrial, como el trabajo; de hecho, paz y trabajo nunca fueron compatibles. No se puede aceptar la destrucción por el trabajo y evitar que la misma máquina mate a lxs otrxs; no se puede rechazar la propia libertad sin amenazar la libertad ajena. La Guerra se tornó absoluta con el Trabajo.

La nueva Máquina de Trabajo creó grandes Ilusiones sobre un futuro mejor. Al fin y al cabo, si el presente era tan miserable, el futuro solo podía ser mejor. Asimismo, las organizaciones de trabajadores se convencieron de que la Industrialización establecería las bases para una sociedad más libre, con más tiempo disponible, más placeres. Utópicos, socialistas y comunistas acreditaron la industria. Marx pensó que con esa ayuda lxs humanxs podrían cazar, hacer poesía, gozar la vida nuevamente. (¿Para qué tanta vuelta?) Lenin y Stalin, Castro y Mao y todxs lxs otrxs pedirán Más Sacrificio para construir la nueva sociedad. Pero aún el mismo socialismo no pasaba de ser un nuevo truco de la Máquina de Trabajo, extendiendo su poder a las áreas donde el capital privado no llegaría. La Máquina de Trabajo no importa si manejada por multinacionales o por burocracias de Estado, su objetivo es siempre el mismo: robar nuestro dinero para producir acero.

La Máquina del Trabajo y de la Guerra arruinó definitivamente esta nave que es la Tierra y su destino natural. Los medios naturales (selvas, bosques, lagos, mares) están en pedazos; nuestrxs amiguitxs (ballenas, tortugas, tigres, águilas) están siendo exterminadxs o amenazadxs; el aire (humo, lluvia ácida, residuos industriales) está contaminado y perdió todo el sentido de equilibrio; las reservas (combustibles fósiles, carbón, metales) se está agotando; y se está preparando (holocausto nuclear) la completa autodestrucción. No somos capaces de alimentar a todxs lxs pasajerxs de esta nave averiada. Estamos tan nerviosxs e irritables que estamos preparadxs para los peores tipos de guerra: nacionalistas, raciales o religiosas. Para muchxs de nosotrxs, el holocausto nuclear no es una amenaza, es la bienvenida liberación del miedo, del tedio, de la opresión y la esclavitud.



Tres mil años de civilización y doscientos de acelerado progreso industrial dejarán a la gente con una enorme resaca. La economía se tornó un objetivo en sí misma, y casi nos ha tragado. Este hotel aterra a sus huéspedes. Aún la gente siendo siendo huésped y anfitrióna a la vez.



domingo, 3 de noviembre de 2013

Negură Bunget

Llueve, y pierdo la fe. Ningún dios ni  ángel estará conmigo esta noche, mas en su ausencia descubro la grandeza en la sangre del hombre, la salvia de los Árboles, las huellas del camino, y el viento. Me libero de los renglones torcidos, de las cadenas del milagro divino, y el dolor me hace más fuerte, pues venzo el miedo a la muerte, y aprendo a matar dioses. 




miércoles, 30 de octubre de 2013

Noelia Cotelo

Publico aquí un comentario que dejó Iñaki, un amigo de Noelia Cotelo, en esta entrada. (No he cambiado nada del texto aunque pueda estar en desacuerdo con algunas expresiones, quería dejarlo claro aunque no venga al caso).

Aúpa, soy Iñaki:
Os mando lo que escribí cuando llegué a Bilbao al día siguiente de ver a Noe en Albolote. Lo he compartido por ahí, y parece que a la gente le ha gustado... Lo escribí en el móvil según iba saliendo, no rectifiqué nada, o casi nada... Podéis publicarlo dónde os dé la puta gana, sin mencionar quién lo ha escrito ni nada... SALUD!!!
"Ayer, casi a esta misma hora... Caminaba junto a un carcelero hacia el módulo de aislamiento de la cárcel de Albolote, para ver a Noe. El módulo de aislamiento donde está Noe está en el último rincón de la cárcel... Hay quei atravesarla entera... Se cruzan varios pabellones y explanadas... De uno de los pabellones salía un barullo tremendo, ke según nos acecábamos me pareció como un grupo musical ensayando un reguetón y una montaña de voces agudas y no tanto... Le pregunté al carcelero por aquello... "Son las mujeres, pasándoselo bien", me dijo. La verdá es que se escuchaban risas entremezcladas... Parecía una especie de fiestorro mañanero... Desde allí hasta el módulo de incomunicación todavía tuvimos que caminar un rato. El módulo de aislamiento donde está Noe es pequeño... Mucho más pequeño que los otros que habíamos atravesao. Allí no se escuchaba nada más que mis pasos y los del carcelero que caminaba pegado a mí. No era agradable. La propia arquitectura más o menos moderna, resultaba opresiva. Me imagino que siguiendo los mismos criterios que aplicaban las SS a sus campos de exterminio, habían intentao maquillar el pesado hormigón, que lo dominaba todo, con algo de césped aquí y allá, y con algunos perfiles metálicos de color amarillo chillón... El objetivo de este césped que nadie pisa es sin duda un detalle para l@s carceler@s, que se atragantarían de tanto hormigón... Y el caso es que hacía sol, hacia un buen día de otoño. Llegamos al bloque de una sola planta, esperé fuera, mientras el carcelero les decía algo a otros dos carceleros, un hombre y una mujer, que allí estaban, y pasé las últimas dos pesadas puertas de vidrio reticulado y acero amarillo... Allí había cuatro o cinco locutorios vacíos iluminados con una triste... no... con una depresiva luz artificial mezcla de fluorescente e incandescente... Paseé por el pasillo que sostenía las cajas locutorio para ver en cual entraría la mujer que yo quería ver... Estaba nervioso, impaciente, allí no se oía nada, sólo mis pasos... Decidí pararme y escuchar... Enseguida, en el silencio, distinguí unos pasos lejanos, algo... Se acercaban los pasos... Dos personas caminando... Y un ruido de cerrojo... Allí estabas, pinche pendeja, maquillada para estar guapa, con una camiseta rosa oscuro de mangas largas y un pantalón vaquero ajustao, muy de chica... Y te hacías la dura con los carceleros porque -putos bastardos- no funcionaba el interfono, pero has aprendido a leer los labios, porque nunca funciona el puto interfono los primeros 10 minutos, verdá? Y yo te sonreía pero no podía sonreír bien... Yo estoy en el parque al lado de mi casa ahora... Tu sigues en aquella caja infame, sin luz, sin vida... Quién, quién en el alma, quién inventó algo así para encerrar a alguien como él, que para vivir necesita el sol y el sonido del viento o de un grupo de reguetón ensayando? Y por qué lo hizo? Por qué? Me gustaría olvidar aquel lugar que me hizo una herida en el alma...pero no puedo, tú estás allí..."



LA SOLIDARIDAD NO CONOCE FRONTERAS. 
¡ABAJO LOS MUROS DE LAS PRISIONES!




domingo, 20 de octubre de 2013

Pancarta pidiendo la libertad de NOELIA COTELO (Villena 20-10-2013) Violada y torturada.

Que la gente se pregunte quién es y descubra por todo lo que está pasando: la tortura, las violaciones, el aislamiento, las humillaciones, un encarcelamiento injusto... Y ante todo que Noelia sepa que desde fuera la estamos apoyando y que cada vez somos más lxs que queremos ver derribados los muros de las prisiones; que cada vez somos más lxs que luchamos por toda la gente que ha sido torturada, que ha muerto dentro de los muros, y los que están por venir... La lucha continúa y no acabará hasta que juntxs veamos las cárceles ardiendo y pasen a ser solo un mal recuerdo.

POR LA LIBERTAD DE NOELIA COTELO, ABAJO LOS MUROS DE TODAS LAS PRISIONES


martes, 15 de octubre de 2013

Amigos y amigas... Follémonos al Estado.

Este vídeo documenta la acción realizada en la facultad de filosofía y letras de la Universidad de León en día 7 de noviembre 2012 dentro del festival Post-Porno de León.


¡La masturbación salva vidas! Es lo único que le queda por decir al Estado... ya que esa divertida actividad entretiene y en nada alimentará, a falta de educación, cultura y trabajo. La Revolución nace en ti mismx, en tu cuerpo, en tu imaginación y en tu simbolismo. Amigos y amigas... ¡Follémonos al Estado!

¡El placer no es una industria! Tu cuerpo no es un objeto. La identidad sexual no se elige. La felicidad no es ningún espacio publicitario. La humanidad no es ninguna muñeca inchable. La Revolución nace en ti mismx en tu cuerpo, en tu imaginación y en tu simbolismo. Amigos y amigas... ¡Follémonos al Estado!