domingo, 6 de septiembre de 2015

Impedir por todos los medios la recomposición de la izquierda.

Periódicamente la izquierda es derrotada. Eso nos divierte pero no es suficiente. Su derrota, la queremos definitiva. Sin remedio. Que nunca jamás el espectro de una oposición conciliable revolotee en el espíritu de aquellos que se saben inadecuados al funcionamiento capitalista. La izquierda –y esto lo admite hoy en día todo el mundo, aunque ¿nos acordaremos de ello pasado mañana?– forma parte de los dispositivos de neutralización de la sociedad liberal. Cuanto más se verifica la implosión de lo social, más invoca la izquierda “la sociedad civil”. Cuanto más actúa impune y arbitrariamente la policía, más se declara pacifista. Cuanto más se libera el Estado de las últimas formalidades jurídicas, más ciudadana se proclama. Cuanto más crece la urgencia de apropiación de los medios necesarios para nuestra existencia, más nos exhorta a esperar, a reclamar la mediación, incluso la protección, de nuestros amos. Es la izquierda la que nos prescribe hoy, frente a gobiernos que se sitúan abiertamente en el terreno de la guerra social, que nos convirtamos en sus interlocutores, que redactemos nuestras quejas, formulemos reivindicaciones, o estudiemos la economía política. De Léon Blum a Lula, la izquierda no ha sido más que eso: el partido del hombre, del ciudadano y de la civilización. Hoy, ese programa coincide íntegramente con el programa contrarrevolucionario: mantener en vigor el conjunto de ilusiones que nos paralizan. La vocación de la izquierda es expresar un sueño que solamente el imperio tiene los medios de alcanzar. Es la vertiente idealista de la modernización imperial, la válvula de escape necesaria al ritmo insoportable del capitalismo. Ya ni le hace ascos a escribirlo en las publicaciones del propio ministerio francés de la Juventud, Educación e Investigación: “En la actualidad cualquiera sabe que sin la ayuda concreta de los ciudadanos, el Estado no tendría los medios ni el tiempo necesario para lograr las obras que pueden evitar la explosión de nuestra sociedad” [1] 

Hoy, deshacer la izquierda, es decir mantener constantemente abierto el canal de la desafección social, no es solamente necesario sino posible. Somos testigos, cuando por otro lado se refuerzan a un ritmo acelerado las estructuras imperiales, del pasaje de la vieja izquierda trabajista, enterradora del movimiento obrero y surgida de él, a una nueva izquierda, mundial, cultural, de la que puede decirse que tiene al negrismo como punta de lanza. Esta nueva izquierda no termina de asentarse aún ante la reciente neutralización del “movimiento antiglobalización”. Sus nuevos engaños son vistos como tales, mientras que los viejos ya no sirven. 

Nuestra tarea es arruinar la izquierda mundial allí donde se manifieste, sabotear metódicamente, es decir, tanto en la teoría como en la práctica, cada uno de sus posibles momentos de constitución. En ese sentido, nuestro éxito en Génova no reside tanto en los espectaculares enfrentamientos con la policía o en los daños infligidos a los órganos del Estado y el Capital, como en el hecho de que la difusión de prácticas de confrontación propias al “Black Bloc” en todos los bloques de la manifestación torpedease la apoteosis anunciada por los Tute Bianche. As^[í como nuestro fracaso desde entonces se encuentra en no haber sabido elaborar nuestra posición de modo tal que esa victoria en la calle se convirtiese en algo más que en un simple espantajo agitado sistemáticamente por todos los movimientos llamados “pacifistas”. Es el actual repliegue de esta izquierda mundial en los foros sociales –repliegue debido a que ha sido vencida en la calle– lo que debemos atacar. 

[1] Ganas de actuar – La guía del compromiso. 

[2] Fragmento extraído del libro "Llamamiento y otros fogonazos". Enlace: http://www.rebelion.org/docs/87438.pdf

sábado, 29 de agosto de 2015

No somos teoría....¡Somos manada!

"Decir lo que sentimos de la manera que sepamos a las otras y escuchar lo que otras digan de sus sentimientos hacia nosotras, poner en común sentimientos, para trabajar desde ahí, gestionar, cuidar las relaciones desde lo vivencial y no teorías que a nuestro corazoncito le suena veces a esperanto, algo bonito y a alcanzar pero poco alcanzable en el AHORA.

El poder decir: sí tengo celos, tengo dependencia, me gustas mucho, te quiero, quiero mi espacio, me explota el pecho al pensar de ti... es de lo mejor que podemos hacer para crear unas relaciones más sanas, que ese abrirnos las venas no nos haga sangrar de dolor y miedos. No somos teoría.

No soy ni quiero ser el ideal de belleza y/o tener vida ideal de tu heteropatriarcado. Pero tampoco soy (pero quiero o no quiero, duda como forma de vida) el ideal teórico de anarquía relacional que esas oraciones dibujan en un papel de forma tan bella pero para mi desgracia (o no) no alcanzo a dibujar en mis relaciones en mi AHORA.

Soy yo, y parto de una educación, contexto y biología no escogidas y que tanto se aleja (me alejo) de la teoría ideal que a veces me duele. Pero no quiero eso, no quiero que duela. Quiero tiempo y espacio para desarmarme de inseguridades y construcciones sociales no elegidas ni queridas por mí. Quiero la seguridad para poder hacerlo y no acabar peor de lo que estoy ahora. Y vaya que si quiero romper cadenas.

Pero sin tener que cortarme brazos ni piernas para deshacerme de ellas. Quiero estar entera. Quiero cuidarme y desde lo que soy AHORA ir re-construyéndome día a día, cuidando (me/te/os) y desmontando lo que han hecho de mí. Ahora más que nunca quiero ser mi dueña y reina absoluta. Soberana. Pero, amores, manada (si sois mi manada me entenderéis) no me señaléis, no me juzguéis, no me impongáis ritmos ni carreras de fondo que me queman por dentro: si me falta el aire, quiero vuestro aliento no vuestro dedo acusador.

Y mimadme mucho. Y mimaros. Y quereros. Y no tener miedo a decirlo. A decir que os mimo porque sí, porque lo necesitáis, por lo que sea... y viceversa.
Escuchadme y señaladme cuando no os mole algo de mí. Yo si quiereis os escucharé. Y os señalaré lo que no me mole.

Quiero crecer con sinceridad con vosotras y sin vosotras. Sola o en manada: me quiero."

jueves, 25 de junio de 2015

El poder es logístico

El poder reside ahora en las infraestructuras.

Ocupación de la Kasba en Túnez, de la plaza Sintagma en Atenas, de la sede de Westminster en Londres durante el movimiento estudiantil de 2011, cerco del Parlamento en Madrid el 25 de septiembre de 2012 o en Barcelona el 15 de junio de 2011, motines en las afueras de la Cámara de los Diputados en Roma el 14 de diciembre de 2010, tentativa el 15 de octubre de 2011 en Lisboa de invadir la Assembleia da República, incendio de la sede de la presidencia bosnia en febrero de 2014: los lugares del poder institucional ejercen una atracción magnética sobre los revolucionarios. Pero cuando los insurrectos consiguen invadir los parlamentos, los palacios presidenciales y otras sedes de las instituciones como en Ucrania, en Libia o en Wisconsin, es para descubrir lugares vacíos, vacíos de poder y con muebles de mal gusto. No es para impedir al "pueblo" "tomar el poder" que se prohíbe tan ferozmente invadirlos, sino para impedirle darse cuenta de que el poder no reside ya en las instituciones. En ellas solo hay templos desiertos, fortalezas en desuso, simples decorados; y auténticos señuelos para revolucionarios. El impulso popular de invadir la escena para descubrir lo que pasa entre bastidores muestra propensión a ser decepcionante. Incluso los más fervientes complotistas, si tuvieran acceso a ellos, no descubrirían ningún arcano. La verdad es que el poder simplemente no es ya esa realidad teatral a la que la modernidad nos acostumbró.

Sin embargo, la verdad respecto a la localización efectiva del poder no está en modo alguno oculta; somos únicamente nosotros quienes rechazamos verla en la medida en que eso vendría a desilusionar nuestras mas confortables certezas. Basta asomarse a los billetes emitidos por la Unión Europea para percatarse de esta verdad. Ni los marxistas ni los economistas neoclásicos han podido nunca admitirlo, pero es un hecho arqueológicamente establecido: la moneda no es un instrumento económico, sino una realidad esencialmente política. Jamás se ha visto moneda que no esté adosada a un orden político susceptible de garantizarla. Es por esto, también, que las divisas de los diferentes países portan tradicionalmente la figura personal de los emperadores, de los grandes hombres de Estado, de los padres fundadores o las alegorías de carne y hueso de la nación. Ahora bien, ¿qué aparece en los billetes de euro? No figuras humanas ni insignias de una soberanía personal, sino puentes, acueductos, arcos: arquitecturas impersonales cuyo corazón está vacío. Cada europeo porta un ejemplar de la verdad respecto a la naturaleza del poder impreso en su bolsillo. Esta se formula así: el poder reside ahora en las infraestructuras de este mundo. El poder contemporáneo es de naturaleza arquitectural e impersonal, y no representativa y personal. El poder tradicional era de naturaleza representativa: el papa era la representación de Cristo en la tierra; el rey, de Dios; el presidente, del pueblo; y el secretario general del partido, del proletariado. Toda esta política personal ha muerto, y es por esto que los pocos tribunos que sobreviven en la superficie del globo nos entretienen más de lo que nos gobiernan. La plantilla de políticos está efectivamente compuesta de payasos de mayor o menor talento; de ahí el éxito fulminante del miserable Beppe Grillo en Italia o del siniestro Dieudonné en Francia. Con todo, ellos saben al menos divertirte, es incluso su trabajo. Por eso, reprochar a los políticos "no representarnos" no hace sino mantener una nostalgia, además de no decir nada nuevo. Los políticos no están ahí para eso, están ahí para distraernos, ya que el poder está en otra parte. Y es esta justa intuición lo que se vuelve locura entre todos los conspiracionismos contemporáneos. El poder está en gran medida en otra parte, fuera de las instituciones, pero sin embargo no está oculto. O si lo está, lo está como la Carta robada de Poe. Nadie lo ve porque todos lo tienen, en todo momento, ante sus ojos: bajo la forma de una línea de alta tensión, de una autopista, de una rotonda, de un supermercado o de un software de ordenador. Y si está oculto, es como una red de alcantarillas, un cable submarino, fibra óptica corriendo a lo largo de una línea de tren o un data center en pleno bosque. El poder es la organización misma de este mundo, este mundo ingeniado, configurado, diseñado. Aquí radica el secreto, y es que no hay ninguno.

El poder es ahora inmanente a la vida tal y como esta es organizada tecnológica y mercantilmente. Tiene la apariencia neutra de los equipamientos o de la página blanca de Google. Quien determina el agenciamiento del espacio, quien gobierna los medios y los ambientes, quien administra las cosas, quien gestiona los accesos gobierna a los hombres. El poder contemporáneo se ha hecho heredero, por un lado, de la vieja ciencia de la policía, que consiste en velar "por el bienestar y la seguridad de los ciudadanos", y por el otro, de la ciencia logística de los militares, después de haber convertido el "arte de mover los ejércitos" en el arte de asegurar la continuidad de las redes de comunicación y la movilidad estratégica. Absorbidos en nuestra concepción lingüística de la cosa pública, de la política, hemos continuado discutiendo mientras que las verdaderas decisiones eran ejecutadas ante nuestros ojos. Las leyes contemporáneas se escriben con estructuras de acero, y no con palabras. Toda la indignación de los ciudadanos solo puede conseguir golpear su frente aturdida contra el hormigón armado de este mundo. El gran mérito de la lucha contra el TAV en Italia consiste en haber captado con tanta claridad todo lo que se jugaba de político en una simple construcción pública. Es, simétricamente, lo que ningún político puede admitir. Como ese Bersani que replicaba un día a los "No TAV": "después de todo, solo se trata de una línea de tren, no de un bombardero". "Una construcción vale por un batallón", calculaba no obstante el mariscal Lyautey, quien no tenía competidor en "pacificar" las colonias. Si por todo el mundo, desde Rumania hasta Brasil, se multiplican las luchas contra los grandes proyectos de equipamiento, es que esta intuición está imponiéndose por sí misma.

Quien quiera emprender cualquier acción contra el mundo existente, debe partir de esto: la verdadera estructura del poder es la organización material, tecnológica, física de este mundo. El gobierno ya no está en el gobierno. Las "vacaciones del poder" que han durado más de un año en Bélgica lo atestiguan inequívocamente: el país ha podido prescindir del gobierno, de representante elegido, de Parlamento, de debate político, de asuntos electorales, sin que nada se viera afectado en su normal funcionamiento. Idénticamente, Italia marcha desde hace años de "gobierno técnico" en "gobierno técnico", y nadie se inquieta de que esta expresión se remonte al Manifiesto-programa del Partido Político Futurista de 1918, que incubó a los primeros fascistas.

El poder, ahora, es el orden mismo de las cosas, y la policía tiene a su cargo defenderlo. No resulta simple pensar un poder que consiste en unas infraestructuras, en los medios para hacerlas funcionar, para controlarlas y erigirlas. Cómo oponerse a un orden que no se formula, que se construye paso a paso y sin rodeos. Un orden que se ha incorporado en los propios objetos de la vida cotidiana. Un orden cuya constitución política es su constitución material. Un poder que se da menos en las palabras del presidente que en el silencio del funcionamiento óptimo. Cuando el poder se manifestaba por edictos, leyes y reglamentos, dejaba un asidero a la crítica. Pero no se critica un muro, se destruye o se le hace un grafiti. Un gobierno que dispone la vida a través de sus instrumentos y acondicionamientos, cuyos enunciados asumen la forma de una calle bordeada de conos y vigilada por cámaras, solo exige, la mayoría de las veces, una destrucción, a su vez, sin rodeos. De este modo, dirigirse contra el marco de la vida cotidiana se ha vuelto un sacrilegio: es semejante a violar su constitución. El recurso indiscriminado a los destrozos en los motines urbanos indica a la vez la consciencia de este estado de cosas, y una relativa impotencia frente a él. Desgraciadamente, el orden enmudecido e incuestionable que materializa la existencia de una parada de autobús no cae hecho pedazos cuando esta es destruida. La teoría de las ventanas rotas continúa vigente cuando se han roto todos los escaparates.

Toda Constitución es papel mojado; la verdadera Constitución es técnica, física, material. La escriben quienes diseñan, construyen, controlan y gestionan la infraestructura técnica de la vida, las condiciones materiales de existencia. Por supuesto no se trata de "adueñarse" o "apoderarse" de la organización técnica de la sociedad (este fue uno de los grandes errores de la Revolución Rusa), sino de subvertirla, transformarla, reapropiársela, hackearla.

Nota

Fragmento extraído de "A nuestros amigos", del Comité Invisible.

miércoles, 18 de marzo de 2015

pattrice jones. El activismo radical y la práctica antiespecista. -Annalisa Zabonati






pattrice jones, rigurosamente con iniciales en minúscula, significa rebelión y horizontalidad. Es una activista ecovegana, feminista y anarquista, como ella misma se define, que desde finales de los años 70 ha comenzado a preocuparse por los derechos de las personas homosexuales y el antiracismo. En el 2000 ha co-fundado un santuario llamado Eastern Shore Sanctuary and Education Center (ahora Vine Sanctuary  http://vine.bravebirds.org/ Vine es el acrónimo de Veganism is the Next Evolution), en Maryland. En los últimos años ha coordinado la Global Hunger Alliance, una organización internacional que recoge varias asociaciones que combaten la cría intensiva y apoyan buscar y estudiar soluciones veganas para evitar el hambre y la sed en el mundo. Sus campos de estudio son el racismo, el sexismo, el especismo, la homofobia y la explotación ambiental; pero también la cooperación, la gestión de las emociones ante la muerte y el estrés, la cura de los traumas psicológicos.

Algunas de sus conceptualizaciones son expresiones directas de su experiencia como activista, por ejemplo el principio de 'Explotación de género de los animales (gendered form of animal exploitation)' y de 'Rehabilitación de los animales de pelea (rehabilitation)', sobre los gallos de pelea que rescata en su centro. Para 'Explotación de género de los animales' pattrice jones tiene la intención de proyectar los estereotipos que los humanxs dirigen a otrxs humanxs, interpretando tal cliché como expresiones naturales de los roles sexuales. Esto es definido por jones como la construcción social de género sobre los animales, incluyendo por ejemplo el prejuicio de agresividad que hay sobre los gallos, fanfarrones y prepotentes en cuanto machos. El tratamiento de rehabilitación, en cambio, proporciona el conocimiento de las características personales y desmantela el prejuicio negativo contra estos animales, primero abusados, y después explotados en la lucha y finalmente, si sobreviven al combate y a las prohibitivas condiciones de vida, asesinados; eliminando su capacidad de vivir pacíficamente y no dándoles la posibilidad de que encuentren otro modo de experimentar y existir.

Uno de los núcleos centrales de las discriminaciones es para pattrice jones el sexismo, entendido como la confusión entre el sexo (macho-hembra) y el género (hombre y mujer), que forma un sistema que asigna determinadas características propias en base al sexo y al género. Son categorías construidas socialmente pero interpretadas como naturales, y quien se aparta de ellas se considera 'antinatural'. Pero la cultura sexista  va más allá, usan los animales para entrometerse entre sexo y género, así algunos comportamientos considerados típicos de una persona perteneciente a un sexo biológico se asignarán como absolutas a este género. Al confrontarlo con los animales se produce una actitud perjudicial, proyectando en sus comportamientos, los estereotipos sexistas.

Como se puede ver, entonces, el pensamiento de pattrice jones define el especismo como parte de un sistema de discriminación que contempla el racismo, sexismo, homofobia, clasismo, sólo por citar algunxs. Su activismo sigue tratando de construir puentes entre el movimiento de liberación de los animales y otros movimientos humanxs radicales y sociales, convencida de que el movimiento animalista (entendiendo esto como las distintas ramas de las que se compone el movimiento, del proteccionismo al liberacionismo) debe evolucionar políticamente también sobre temas ambientales y sociales, así como los movimientos ambientales y sociales deben incluir como luchas propias la cuestión animal y de las mujeres.

Las opresiones, conectadas entre sí, se refuerzan, y a veces crean híbridos que pueden ser peores que los originales, como en el caso por ejemplo del VIH y del SIDA, de las zoonosis y pandemias como la aviar y la gripe porcina. Todas las formas de discriminación que implican a los animales como productores y transmisores de enfermedades.



(sistema de intersección de las discriminaciones, pattrice jones en http://vine.bravebirds.org/connections/)


pattrice jones tiene una gran experiencia como psicóloga, trabajadora social, educadora y como activista social y política, es por esto que ha podido ofrecer un análisis pragmático de temas tan complejos como el especismo, sexismo, homotransfobia y la intersección entre varias formas de opresión. En su breve ensayo 'Strategic Analysis of Animal WelfareLegislation: A guide for the Perplexed' trata de encontrar y proponer un camino contra la multidimensionalidad del enfoque a la cuestión animalista, que proporciona por un lado el momento de liberación, y por otro lado los posibles cambios sobre la legislación, que contemplan siempre un mayor reconocimiento de los derechos de los animales, aunque expresados siempre por un sistema especista. Recomienda así a todxs aquellxs que se ocupan del animalismo, que valoren la situación caso por caso, de tener un enfoque práctico a las propuestas y análisis, de atenerse al deber y al deseo de lxs no humanxs más que al de lxs humanxs. Apoya cualquier cambio que produzca un menos sufrimiento de los no humanxs, y rechaza cualquier apoyo a cada forma de explotación de los animales también cuando se trata de una forma más 'humana' de tratarlos. Por eso sugiere que deben llevarse a cabo tácticas diversas dentro de una trama que tenga un objetivo último, se deben boicotear empresas, multinacionales, instituciones así como productos del capitalismo de la lógica patriarcal, del sufrimiento y maltrato animal que forman parte de la enorme máquina de la agroindustria, así como acciones directas con la contrainformación crítica.

Esto permitiría poder reducir la demanda de productos de origen animal, impulsando una educación vegana pero también realizar acciones directas considerando que los animales existen, viven y sufren. Consciente de que permanecen en un estado de sufrimiento porque pagan la consecuencia de la actitud de muchxs activistas que demasiado a menudo teorizan y no actúan. Una postura firme que resulta incómoda para todxs aquellxs que se consideran lxs únicxs depositarixs de la 'verdad antiespecista y liberacionista'. Lxs activistas animalistas también deberían

encontrar soluciones creativas a los conflictos, evitando los argumentos que dividen y que, en cambio, favorezcan la cooperatividad para conseguir un ambiente común, para encontrar los hechos que puedan resolver las diferencias, conseguir el consenso, donde sea posible, y aceptar que los aliados pueden estar en desacuerdo sobre las teorías hasta ahora indemostrables.

pattrice jones afirma con determinación que no sólo los animales tienen el derecho de la autodeterminación, sino que también lxs activistas deben defender los derechos de los animales, porque los animales quieren ser libres y que se alivie su sufrimiento. Por esto se apela a todxs lxs que se preocupan por los animales afirmando que
el bienestar animal y la liberación no deben ser proyectos separados. [...] Es el momento de dejar de lado las diferencias basadas en la teoría, para actuar por los animales de ahora en el mundo real [4].

pattrice jones es feminista y relaciona los vínculos entre el sexismo y el especismo, evidenciando el uso de los cuerpos femeninos humanos y los no-humanos sea por la perversión de los ciclos reproductivos[5], por la explotación de las hembras de otra especie por las hembras humanas (como ejemplo la extracción de los principios activos del Premarin de hembras, usado para "curar" la menopausia de las humanas). El Patriarcado y el pastoreo[6] están estrechamente relacionados y uno refuerza al otro, perpetuando la ideología y la practica del sufrimiento y el dominio. Ejemplo de esta hegemonía androantropocéntrica es el consumo de leche de vaca (y de de leche de hembras de otras especies) cuyo uso masivo, por numerosas fuentes médicas, es indicada contra el cáncer de mama; las agresiones sexuales como una forma de expresión del poder, que todas las humanas experimentan alguna vez en su vida, como las experimentan no-humanas sometiéndolas sexualmente, pero también controlando su reproducción y sus cuerpos; los estereotipos sexuales, como se mencionó anteriormente, que se ve la deformación de algún comportamiento específico de protección de la especie, interpretado según los esquemas machistas humanos; la violencia doméstica, que a menudo incluye la violencia también sobre los animales presentes en la casa del maltratador con el fin de intimidar, traumatizar y controlar a la mujer; los huevos como indicio explícito del control y la explotación reproductica, extrema forma de fusión del predominio sobre los cuerpos de las mujeres. Estas son solo algunas de las macroscópicas intersecciones de las opresiones, que pattrice jones detecta, indicando vivamente que no se puede ignorar ni el feminismo y el especismo, ni el animalismo y el sexismo.

Añade que el sexismo, especismo y explotación ambiental a menudo están separados, y sólo de vez en cuando se reconocen las conexiones entre los "problemas" pero
En realidad, son sólo síntomas diferentes de la misma violación. No obstante, aún no teniendo una palabra para esta injuria, la reconocemos cuando la observamos[7].

El núcleo de la cuestión es el constante y difuso mecanismo de alienación, separación y disociación, que separa lxs humanxs de todo lo que le rodea. Para tener un efecto de supremacía se utiliza también la construcción de fronteras artificiales que favorecen la discriminación entre sí y lxs otrxs, sean quienes sean esxs otrxs[8], facilitando la opresión, explotación y maltrato. Las relaciones son deformadas hasta el punto de no reconocer el origen común de todos los seres vivientes, rechazando la necesidad de respetar un ecosistema capaz de dar cabida a todxs. Es así que se destruyen y cortan todos los lazos con la tierra, con los otros animales y entre lxs mismxs humanxs. El paradigma sobre el que se sustentan estos resultados catastróficos son la alienación y el desarraigo, que perpetúan el ciclo de la violación y la separación, base de todas las formas de esclavitud. Para salir de los grilletes de la confusión que se genera cada vez que se habla de violencia, tendiendo a justificar la propia y a rechazar la de lxs demás, jones sugiere distinguir entre violencia y fuerza y contextualizar las acciones. En este sentido, entonces:
Primero unx tiene que preguntarse si la acción está cercana al resultado que se quiere conseguir, y sucesivamente seguirse preguntando si el mismo resultado se puede conseguir rápidamente y con seguridad, mediante otros medios. Pero también hay que preguntarse si la fuerza usada es proporcional al daño que provocaremos, para corregir o prevenirlo[9].

Otro aspecto significativo de su pensamiento, es la posición libertaria, que expresa afirmando que los no-humanxs se organizan en comunidad y cooperan en tareas complejas sin el deber de contratos, acuerdos y constituciones[10], sabiendo de modo natural aquello que lxs humanxs deben pensar, estudiar, confirmar, a través de las ideas anarquistas. Por eso pattrice jones dice que:

Si queremos realizar nuestros sueños en pos del anarquismo, debemos estudiar la anarquía como se manifiesta en la práctica, es decir, aprender de los animales y de otros sujetos marginales[11].

Pero no se detiene aquí, también propone una reinterpretación de los principios de la "liberación", afirmando que la libertad es parcial, si no falsa, si incluye la separación del individio del resto de la comunidad y del ecosistema. Cada grupo formula las reglas de supervivencia que permitan equilibrar cada necesidad individual con las necesidades colectivas y ambientales. En este sentido jones reconoce el "anarquismo natural", lo que podría ser descrito como arquetipo, no como la liberación de las obligaciones, sino más bien como una liberación de las limitaciones injustas o antinaturales. Humanxs, no humanxs y el medio ambiente, son así todxs los elementos de un mismo conjunto relacionado, para llegar a la liberación y un proceso de restablecimiento de las relaciones, después de un proceso conectivo.

Para hacer esto, debemos ser "puentes":

Todxs hablar de construir puentes entre los movimientos, pero pienso que debemos ir más allá. Aquellxs de nosotrxs que quieran cubrir la brecha entre el movimiento de liberación animal y el movimiento por la paz, la justicia y la liberación humana, deben ser los puentes que imaginamos. Así como los puentes deben extenderse y soportar peso, también nosotros debemos extendernos y soportar las dificultades.



Referencia bibliográfica:

jones pattrice, “Violation & Liberation Grassroots Animal Rights Activists Take on Sexual Assault”inhttp://www.earthfirstjournal.org/article.php?id=247, s.d.
jones pattrice, “Crossing the mammalian-avian line”, in Satya Magazine, november-december 2004.
pattrice jones. “Mothers with Monkeywrenches: Feminist Reflections on the Animal Liberation Front”, in Steve Best – Anthony J. Nocella II, (Eds.), Terrorist or Freedom Fotghters. Reflections on the Liberation of Animals,Lantern Books, Herndon-VA, 2004.
jones pattrice, “Their Bodies, Our Selves: Moving Beyond Sexism and Speciesism”in Satya Magazine, january 2005.
jones pattrice, “What’s wrong with rigths?”, in Satya Magazine, october 2005, trad. it. “Cosa c’è di sbagliato nei “diritti?”, in http://anguane.noblogs.org/?p=12692013.
jones pattrice, “Fear of Feeling: Trauma and Recovery in the Animal Liberation Movement”, in Satya Magazine, june-july 2005, trad. it. “Paura dei sentimenti: trauma e guarigione nel movimento di liberazione animale”, in http://asinusnovus.net/2013/11/29/paura-dei-sentimenti-trauma-e-guarigione-nel-movimento-di-liberazione-animale/2013.
jones pattrice, “Of Brides and Bridges: Linking Feminist, Queer, and Animal Liberation Movements”, in Satya Magazine, june-july 2005, trad. it. “Unioni e ponti: le connessioni tra i movimenti femministi, queer e di liberazione animale”, in http://anguane.noblogs.org/?p=198, 2011.
jones pattrice, “I Know Why the Caged Birds Scream”, in Satya Magazine, february 2006.
jones pattrice, “Conquistadors of the Senses”, in http://www.freezerbox.com/archive/article.php?id=471, 2006.
jones pattrice, “Stomping with the Elephants: Feminist Principles for Feminist Solidarity. Feminist Principles for Radical Solidarity”, in Steve Best – Anthony J. Nocella II. (Eds.), Igniting a Revolution: Voices in Defense of the Earth, Ak Press, Oakland-Edinburgh, 2006, pp. 319-334.
jones pattrice, “Sharks Bite Back: Direct Action by Animals Around the World”, in Satya Magazine, april-may 2007.
jones pattrice, “Beyond Despair”, in Satya Magazine, june-july 2007.
jones pattrice, Aftershock: Confronting Trauma in a Violent World: A Guide for Activists and Their Allies, Lantern Books, New York 2007.
jones pattrice, “Strategic Analysis of Animal Welfare Legislation. A Guide for the Perplexed”in Strategic Analysis Report, august 2008.
jones pattrice, “Free as a Bird. Natural Anarchism in Action”, in Randall Amster et alii (Eds.),  Contemporary Anarchist Studies. An Introductory Anthology of Anarchy oin the Academy, Routledge, New York, pp. 236-246.
jones pattrice, Afterword: Liberation as Connection and the Decolonition of Desire, in Breeze Harper A. (ed.), Sistah Vegan, Black Female Vegans Speak on Food, Identity, Health, and Society, Lantern Book, New York 2010, pp. 187-201.
pattrice jones. “Roosters, hawks and dawgs: Toward an inclusive, embodied eco/feminist psychology”, inFeminism & Psychology, August 2010, XX, 3, pp. 365-380.
jones pattrice, Fighting cocks: ecofeminism versus sexualized violence, in Kemmerer Lisa A. (ed.), Sister Species: Women, Animals and Social Justice, University of Illinois Press, Champaign 2011, pp. 45-56.
jones pattrice, “Solar-Powered Insects and Mad Scientists”, in http://blog.bravebirds.org/archives/629, sept. 2012.
jones pattrice, “The Beginning of the End of Chimp Research?”, in http://blog.bravebirds.org/archives/1092, jan. 2013.
jones pattrice, “A Systems Approach to Agriculture Reform”, in http://blog.bravebirds.org/archives/1408jul. 2013.
jones pattrice, “Roadside Abstractions”, in http://blog.bravebirds.org/archives/1426, aug. 2013.
jones pattrice, “Intersectionality and Animals”, in http://blog.bravebirds.org/archives/1553oct. 2013.
jones pattrice, “Ewe Helps Rooster Stay Out of the Snow”, in http://blog.bravebirds.org/archives/1632, feb. 2014.
jones pattrice, “Conjunction Junction (That’s Our Function)2, in http://blog.bravebirds.org/archives/1686feb. 2014.
Anotaciones:
[2]     jones pattrice, Strategic Analysis of Animal Welfare Legislation A Guide for the Perplexed, Strategic Analysis Report, Eastern Shore Sanctuary & Education Center, August 2008
[5]     jones pattrice, “Their Bodies, Our Selves: Moving Beyond Sexism and Speciesism”, in Satya Magazine, jan. 2005.
[6]     Cfr. Zabonati, Annalisa (2013), “Patriarcado y pastoralismo: las raíces comúnes del dominio”, Actas del Congreso Internacional Género y Cultura de la Sostenibilidad, in corso di pubblicazione.
[7]     jones pattrice, “Stomping with the Elephants: Feminist Principles for Feminist Solidarity. Feminist Principles for Radical Solidarity”, in Steve Best – Anthony J. Nocella II. (Eds.), Igniting a Revolution: Voices in Defense of the Earth, Ak Press, Oakland-Edinburgh, 2006, pp. 319-334, p. 321 (trad. a mia cura).
[8]     Idem.
[9]     Idem, p. 324 (trad. a mia cura).
[10]   jones pattrice, “Free as a Bird. Natural Anarchism in Action”, in Randall Amster et alii (Eds.),  Contemporary Anarchist Studies. An Introductory Anthology of Anarchy oin the Academy, Routledge, New York, pp. 236-246.
[11]   jones pattrice, “Free as a Bird. Natural Anarchism in Action”, op. cit., p. 238 (trad. a mia cura).
[12]   jones pattrice, “Of Brides and Bridges: Linking Feminist, Queer, and Animal Liberation Movements”, in Satya Magazine, june-july 2005, trad. it. “Unioni e ponti: le connessioni tra i movimenti femministi, queer e di liberazione animale”, in http://anguane.noblogs.org/?p=198, 2011.


















domingo, 8 de marzo de 2015

Aquí y ahora

En materia de cambio social radical, todo gira entorno a la irreversibilidad que es capaz de producir dicho cambio, en anular los elementos que sostienen el problema social. Y dicha irreversibilidad presupone un grado necesario de autonomía propia, de lugares comunes ajenos a los flujos que circulan a través de todo el imperio de la mercancía. La destrucción nunca fue suficiente, ya que todo reside en el modo. Existen maneras de destruir que de forma inevitable provocan el retorno de lo que se ha destruido. La cuestión se reduce a cómo hacer.

Puntos estratégicos básicos:

Nº1. Auto-organización local: Dentro de este punto se encuentra cualquier práctica que ayude a la comunidad a deshacerse de la dependencia de la que somos rehenes. Dependencia de sus mercancías, de sus medicinas, de su agricultura o de su policía. Por lo tanto, constituirse en comunas, en okupaciones, grupúsculos, bandas, centros... es el primer paso para terminar con la impotencia individual a la que nos vemos abocados a menudo. Las personas que convivan, que den vida a estas comunas tienen que basar sus relaciones en la amistad. No en programas definidos y bien catalogados, sino en la amistad sincera, en la comunidad. La amistad es el requisito básico del triángulo común-comunidad-comunismo. Ello se deriva del siguiente principio epistemológico: la historia del movimiento revolucionario es, en primer lugar, la historia de los lazos que le otorgan su consistencia. Poner en común, por lo tanto, los conocimientos, los materiales y las prácticas. Organizarse a nivel local de tal modo que se haga retroceder la cartografía estatal mediante las complicidades necesarias, mediante las solidaridades materiales, políticas y afectivas que permitan romper con nuestra dependencia. ¿Cómo organizarse para que no sea preciso trabajar dentro del sistema productivo capitalista? ¿Cómo convivir sin aplastarnos mutuamente? ¿Cómo hacerse entender ante los demás? Son preguntas que únicamente pueden hallar respuesta en la práctica común. La auto-organización tiene que preocuparse constantemente de aumentar su extensión en el territorio (aunque con precaución de no producir una sobre-extensión; hacerlo conforme las fuerzas materiales lo permitan) y de profundizar los núcleos ya creados. Entre los intersticios de las diferentes agrupaciones, entre las solidaridades creadas y consolidadas, entre las muchas amistades surgidas a partir de un objetivo común, es también preciso crear unas vías de comunicación propias. Terminar con la dependencia de los mass media para comunicar, porque en el momento que un movimiento cualquiera (véase 15M) se adhiere a sus vías de comunicación, este movimiento muere nada más los medios dejan de darle voz. Se trata, por lo tanto, de crear una pluralidad de mundos antagonistas al mundo presente, al mundo que solamente gestiona su propia obsolescencia. Los medios para sacar adelante las comunidades pasarán tanto por la propia voluntariedad de los integrantes como por el saqueo, las estafas y el pillaje. No respetamos la propiedad porque esta es el mayor de los robos. Reapropiarse, reconstituirse. Sonsacar de su embalaje moralista las técnicas y los conocimientos. Se trata de saber pegarse, saltar cerraduras, curar fracturas además de anginas, construir un emisor de radio pirata, montar comedores en la calle; en definitiva, reunir los saberes dispersos y constituir una agronomía de guerra. Estar en movimiento constante; no caer en el aislamiento dentro de una okupación porque puede morir de autarquía al no saber establecer las solidaridades necesarias. Participar también en los "movimientos sociales/ciudadanos" más amplios solamente para radicalizarlos. En última instancia la alternativa no está entre la espera y el activismo, entre participar en los "movimientos sociales" o formar una vanguardia armada, sino entre organizarse o resignarse. Organizar la autodefensa: tomar ejemplo de los Black Panther. Ellos/as también se dotaron de estos lugares comunes a la vez que añadieron su faceta político-militar, su prensa autónoma, las diez mil comidas que repartían diariamente, las clases gratuitas de derecho, economía, autodefensa y primeros auxilios. Se convirtieron hasta tal punto en una amenaza real que el Estado tuvo que mandar a los servicios especiales para masacrarlos. Resolver el problema del abastecimiento es de vital importancia tanto para no depender de sus flujos como para poder atacar posteriormente sus infraestructuras sin que ello derive en perjuicio alguno. Los que hablan de revolución sin hablar de armas y abastecimiento llevan ya un cadáver en brazos. Una escalada insurreccional no puede ser otra cosa, pues, que una multiplicación de comunas, su conexión y articulación. La determinación de organizarse materialmente.

Nº2. Bloqueo: Bloquearlo todo es en adelante la primera acción de cualquiera que se encuentre contra el orden presente. El bloqueo físico tiene que desarrollarse paralelamente a la auto-organización. Esto quiere decir: bloquear la economía, pero adaptar nuestra potencia de bloqueo a nuestro nivel de auto-organización. Se trata de convertir en habitable una situación de excepción, poblar el bloqueo con deseos distintos a los de la normalidad. La interrupción del flujo de mercancías es la mejor garantía para arruinar al imperio. A causa del bloqueo, es necesario tener el problema del abastecimiento resuelto. Como decía; terminar con nuestra dependencia, poner en común los medios de subsistencia mediante las solidaridades necesarias y bloquear físicamente la circulación de mercancías. Bloquear todo porque no se depende ya de la circulación general, donde no se depende ya de la circulación general porque se está organizando localmente para bloquearlo todo. Se trata de terminar con su movimiento permanente. La economía americana, por ejemplo, es tan dependiente de los flujos provenientes de Asia que el costo del bloqueo sería de un millón de euros diarios. Por diez millones se puede hacer vacilar a la mayor potencia económica mundial. Si la acción se prolongase un mes más, estaríamos asistiendo por fin a su colapso. Únicamente se tiene que detener el movimiento frenético de la máquina para constatar su muerte. Puertos, aeropuertos, trenes, universidades, autopistas, fábricas, hoteles, repetidores eléctricos... todo es susceptible de ser bloqueado. Bloquear la producción es también bloquear la circulación. La principal precaución es que no se puede tratar de bloquear más de lo que permite la capacidad de abastecimiento y de comunicación de los insurgentes, de la organización eficaz de las diferentes comunas. ¿Cómo alimentarse una vez todo está paralizado? Alcanzar el grado de auto-organización necesario implica apropiarse de sus medios de producción; dejar al dos por ciento el encargo de producir los alimentos de los demás es una estupidez tanto histórica como estratégica. Por lo demás, sostenemos el sabotaje como el elemento fundamental: mínimo riesgo a la hora de actuar, mínimo tiempo invertido, máximo daño producido. Informaciones y energía circulan a través de redes de cables que es posible atacar y paralizar. Bloquear, por lo tanto, para catalizar el derrumbamiento, para permitir que las formas de vida sometidas puedan desarrollar su potencial, para tomar las riendas de nuestras vidas y para terminar con la dependencia absoluta que padecemos.

Nº3. Ataque a la policía: El territorio actual es el producto de varios siglos de operaciones policiales. Se ha expulsado a la gente fuera de sus campos, después de las calles, después fuera de sus barrios y finalmente fuera de los patios de sus edificios, con la ingenua esperanza de contener cualquier vida entre las cuatro pringosas paredes de la privacidad. Algunas de estas cosas sucedieron hace tanto tiempo que no las recordamos, pero estamos rodeados de sus consecuencias. No es una locura afirmar que vivimos bajo ocupación policial. Las redadas de sin-papeles en plena calle, los coches camuflados surcando las calles, la pacificación de los barrios con técnicas forjadas en las colonias, las declamaciones de los ministros contra las "bandas"... todo ello nos lo recuerda cotidianamente. No entraremos aquí en materia de que los ciudadanos son los primeros colaboradores con la policía. Vigilar a los vecinos, denunciar de forma anónima, sospechar de cualquier práctica fuera de lo esperado... cada vez son más los instrumentos puestos en marcha para convertirse en un chivato al servicio del poder. Antes de atacar al policía con uniforme es necesario atacar al "policía interno" que en mayor o menor medida todos y todas llevamos dentro; son las ruinas que esta sociedad ha dejado en nosotros. ¿Cómo enfrentarse ante una organización armada que posee medios y recursos casi ilimitados? ¿Cómo hacer frente a un ejército con entrenamiento militar? Sostenemos lo mismo que en su momento practicaron los insurrectos rusos (y que ha demostrado su validez en infinitud de ocasiones, siendo el ejemplo más representativo la guerra de Vietnam, donde unas pocas guerrillas vencieron al ejército más poderoso del mundo)

«Regla principal: no actuar en masa. Conducid una acción de a tres o de a cuatro como máximo. El número de los pequeños grupos debe ser lo más grande posible y cada uno de ellos debe aprender a atacar y desaparecer velozmente. La policía trata de aplastar a un grupo de miles de personas con un solo grupo de cien cosacos. Es más fácil enfrentar a un centenar de hombres que a uno solo, especialmente si éste golpea por sorpresa y desaparece misteriosamente. La policía y el ejército no tendrán poder si Moscú se cubre de estos pequeños destacamentos inaferrables. Nuestras fortalezas serán los patios internos de cualquier lugar desde el cual sea accesible golpear y fácil salir. Si tuvieran que tomar estos lugares, no encontrarían a nadie y perderían gran cantidad de hombres. Es imposible para ellos agarrarlos a todos porque deberían, para esto, llenar cada casa de cosacos» [Aviso a los insurrectos. Moscú, 11 de diciembre de 1905]

Que se conviertan en metódicas, pues, y que los incivilizados se agrupen en una guerrilla difusa, eficaz, que nos devuelva a nuestra indisciplina primordial. Es esencial, por lo tanto, mantener el anonimato en todo momento. Operar en las sombras para que el poder no nos capte como fuerza hasta el último momento, porque en caso contrario seremos aplastados sin demora. Una vez ingresados en la visibilidad tenemos el tiempo contado; o somos capaces de dar la estocada final o la represión caerá duramente sobre cualquiera. Liberar territorios de la ocupación policial; pero asegurarse de que el espacio liberado sea habitado. De nuevo, adaptar la extensión del territorio a las capacidades materiales de las comunas, a la auto-organización local. 

Se ha vislumbrado en el bloqueo de la economía, en el aniquilamiento de la policía y en la auto-organización local el destello de una vida histórica a la que nada nos hará renunciar, pase lo que pase. Si la economía está bloqueada, la policía está neutralizada y las personas son capaces de vivir mediante la auto-organización a pesar de (o gracias a) la situación de excepción, solamente es cuestión de tiempo que todo termine por desmoronarse definitivamente.

Asumimos con serenidad el proyecto y todas las complicaciones asociadas a él. Asumimos que este trabajo vivo conllevará como mínimo el paso de toda una generación. Asumimos el carácter fundamentalmente criminal en cada una de nuestras acciones.

¡Todo el poder a las comunas!

Nota


El presente texto tiene como única función la de orientar la práctica revolucionaria. Se puede concretar en muchos sentidos, se puede modificar para adaptarlo a la realidad inmediata, se puede matizar, se puede criticar y profundizar, pero por cuestión de extensión solamente se pretende establecer una serie de pautas mínimas a la hora actuar. Toda crítica, comentario, alusión, es bienvenido porque el conocimiento también ha de ponerse y debatirse en común.

miércoles, 18 de febrero de 2015

En cada ciudad hay una "Ciutat Morta"

[Me pasan anónimamente a mi correo este relato de agresión y abuso policial, me limito a subirlo en ésta entrada. Difunde, denuncia públicamente...destapemos y saquemos a la luz toda agresión que suframos a manos del Estado y sus guardianes más fieles y brutales: los cuerpos policiales. Tenemos que cuidarnos las unas a la otras de la violencia y agresiones policiales (y de todas las violencias/agresiones/miedos que suframos)]

 ________________________________________________________



Sábado noche de Carnaval a altas horas de la noche iba para mi casa, iba más ciego que las patatas, tiré una lata al suelo y a los segundos un coche de Policía Local , me dijo por la ventanilla del coche:

-¿Que te pasa?



-Naaa...


Cuando me quise dar cuenta salieron detrás de mi, estaba bebido no recuerdo muy bien como pasó pero me tenían cuatro policías acorralado. Me registraron y estaban en un tomo muy chulesco sobretodo uno de ellos, que como bebí y me cuesta callarme le dije:

-Es que con la placa sois muy chulos.

Uno de ellos me empujó , y al hacer el gesto de esquivarlo, se lo tomaron como una agresión, me doblaron el brazo la muñera, me metieron dentro del coche, diciendo que ahora tendrían que ir mis padres a por mi, en ese momento uno de los policías que parecía más agresivo, me pegó dos puñetazos seguidos en la boca, me llevaron hasta comisaria, allí , un policía me dijo:

-Pasa, pasa...


Me metieron en una habitación y me dijo :



-Que vas diciendo de mi ¡hijo de puta!


Me pego una bofetada en la cara, me cogió del cuello y después un puñetazo. Me sentaron en un silla en la entrada de la comisaría. El policía que parecía siempre más agresivo empezó a insultarme , amenazarme y algún empujón. Le dije que no nombraba a mi madre, me agarró del cuello y me cortó la respiración dos o tres segundos y eso mirándome a los ojos fijamente como si alguna vez le hubiera echo algo, empezó:

-Hijo de puta te voy a matar que eres un hijo de puta, hijo de puta.

No aguanté más y le pegué un cabezazo, le reventé la nariz, el otro policía me redujo doblándome el brazo y estampándome contra la pared, en eso que dijeron que encendiesen las cámaras para ver como agredía a los agentes. Aproveché para decir todo lo que me estaban haciendo, a otro policía que hizo ademán de pegarme le dije:


-Adelante, pégame es lo único que sabéis hacer, sólo sabéis pegar , hazlo que voy a seguir pensando lo mismo , solo me vais a dar la razón. 


Entonces me pusieron contra la pared me esposaron y me tiraron al suelo, salió el policía al que le pegué el cabezazo, venía directo a pegarme una patada y otro policía dijo:


-Deja al chaval que lo vas a matar.

Me miro a la cara el policía que siempre estaba más agresivo al que le pegue el cabezazo, me miró a los ojos estando en el suelo y dijo:


-Chaval te juro que te voy matar te lo juro, hijo de puta.


Como no me puedo callar nunca, les dije chillando que no se como podían dormir tranquilos por las noches sabiendo que ellos pegan a chavalxs que podrían ser sus hijxs, también les dije que si las paredes de esta comisaria hablaran...continué esposado hablando y dije:


-Me habéis pegao y eso no se me va a olvidar.

Y dijo uno:


-¿alguien ha visto algo?

Y dijeron no, yo no he visto que nadie le tocara, a ti nadie te a pegado retrasado.

Ya venían mis padres de camino y me metieron en el calabozo que estaba lleno de cacahuetes y meado. Entonces un policía comenzó a hablar conmigo, al menos creo que era el único que no me hablaba con insultos pero tampoco le costaba mucho sacar la chulería intrínseca a lo que es llevar placa. 


Tengo 17 años, es la segunda vez que me pasa algo así en una comisaria , la última vez acabé con una pistola en la cabeza durante el interrogatorio, me gustaría que estas cosas salieran a la luz porque da miedo y rabia.

jueves, 5 de febrero de 2015

Los parados y los quietos.

«¿Por qué combaten los hombres [y las mujeres] por su servidumbre como si se tratase de su salvación?» Spinoza.

No existe el "movimiento de parados". Todo aquello que la dominación es capaz de nombrar se vuelve, irremediablemente, incapaz de incitar su contestación. El hecho de que una pretensión pueda ser tachada por el poder como movimiento muestra desde un principio su completa inocuidad, su absoluta carencia de pretensión radical. En la actual configuración de hostilidades ese es el primer síntoma de su convivencia con la dominación.

«Huir
 de 
la
 visibilidad.
 Regresar 
al 
anonimato 









en 
posición 
ofensiva. La
 visibilidad 
está
 en
 huir. 
Pero 
una
 fuerza 
que 
se
 incorpora 
en 
la
 sombra
 nunca 
puede
 esquivarla.
 Se 
trata
 de
 aplazar
 nuestra
 aparición
 como 
fuerza
 hasta
 el
 momento
 oportuno.
 Pues
 cuanto
 más
 tarde
 nos
 encuentra
 la
 visibilidad,
 más
 fuertes 
nos
 encuentra.
 Y
 una 
vez 
ingresados 
en 
la 
visibilidad,
 nuestro
 tiempo
 está
 contado.
 O
 estamos
 en
 disposición
 de
 pulverizar
 su
 reinado
 en 
breve 
plazo 
o
 será
 ella 
quien
 nos
 aplaste
 sin
 tardanza.»[1]

En cuanto a "ser un parado", únicamente expresa que dicha persona no trabaja en el seno de una sociedad en la que trabajar, es decir, entrar en cierto tipo de relaciones de dominación, es la norma. El concepto de "parado", por lo tanto, únicamente nos remite la obligación de trabajar en la sociedad mercantil.

La noción de "parado" sigue siendo una arma de primera fila para la dominación, de manera que la actual crisis del sistema de trabajo únicamente puede ser comprendida como la crisis de la dominación. Es preciso tomar como punto de partida que el trabajo alienado no existe fuera del sistema de representaciones de la dominación, es decir, que queda por inventar mediante la guerra otro modo de desvelar la realidad; la verdadera comunidad.

Es raro que un movimiento sea popular a proporción de su radicalidad. La simpatía que un movimiento recibe proviene del hecho de que, en una sociedad sin comunidad, la identidad de cada uno está exclusivamente determinada por su función en el proceso de producción, por su trabajo. De esto se sigue que, fuera de este trabajo que conforma toda la existencia, este individuo no es nada más que un ser sin identidad, sin clase, un anónimo, una singularidad cualquiera, un parado. En cuanto tal, el parado es la situación de cada trabajador fuera del trabajo, y figura su existencia en cuanto individuo libre. Pero también es preciso ver el escándalo de una libertad vacía, de una libertad sin contenido: la libertad del parado es una libertad de no hacer nada, porque en cuanto individuo todos los medios de producción le son negados. El parado es peligroso en la medida en que busca dar un contenido a su libertad, y esto ha sido bien comprendido por el poder. Y si éste tiembla hoy, es porque sabe que las cadenas del parado no son únicamente universales, sino sobre todo radicales: el parado no protesta contra una injusticia particular, sino contra la injusticia pura y simple de ser expulsado al margen de la vida; su emancipación particular es la emancipación de todos.[2]

Uno no puede protestar contra el orden dominante conservando la oposición entre trabajo asalariado y paro. La auténtica alternativa no opone el trabajo asalariado al paro, sino la actividad libre a la actividad alienada. Tal posición únicamente demuestra la pasividad del trabajo asalariado y la naturaleza activa del parado, ya que este último se ocupa de su propia libertad.

Sonríe, tenemos la suerte de beneficiarnos con circunstancias históricas excepcionales. Vivimos un momento histórico donde el contexto nos permitirá, con un poco de empuje, asistir al colapso de toda una civilización. Nunca una sociedad se había odiado tanto a sí misma. Se puede entender la actual crisis social como un gigantesco acto de sabotaje tanto a nivel individual como social. Nos corresponde hacer estallar la contradicción más evidente de esta sociedad: la de confersarse como algo detestable, absurdo e irreparable. En bastantes individuos, en peones y en amas de casa, en albañiles y en prostitutas, circula ya ese sentimiento de que no queda tiempo para lamentar nuestras miserias en secreto, de que es preciso arriesgar todas las cosas para liberarnos de ellas, de que, considerando que el mal es violento, los remedios deben serlo también. Somos numerosos para maldecir en silencio un orden social del que solo se puede ser su esclavo, o su enemigo. El odio que esta sociedad se confiesa a sí misma nos conduce a realizarlo, y a elevarlo a su objetivo: a las relaciones mercantiles, las cuales han devastado todo lo que había de humanidad en nuestra sociedad.

La función de nuestra causa podría consistir en constituir una meseta, una plataforma de articulación de todas las luchas parcelarias en las que conseguimos reconocer el contenido universal de la lucha contra la mercancía. Unificar en su seno todas las luchas aisladas y fragmentarias que tienden hacia este fin.

«Pensemos en el ejemplo clásico de la protesta popular (huelgas, manifestación de masas, boicots) con sus reivindicaciones específicas (“¡No más impuestos!”, “¡Acabemos con la explotación de los recursos naturales!”, “¡Justicia para los detenidos!”…): la situación se politiza cuando la reivindicación puntual empieza a funcionar como una condensación metafórica de una oposición global contra Ellos, los que mandan, de modo que la protesta pasa de referirse a determinada reivindicación a reflejar la dimensión universal que esa específica reivindicación contiene (de ahí que los manifestantes se suelan sentir engañados cuando los gobernantes, contra los que iba dirigida la protesta, aceptan resolver la reivindicación puntual; es como si, al darles la menor, les estuvieran arrebatando la mayor, el verdadero objetivo de la lucha). Lo que la post-política trata de impedir es, precisamente, esta universalización metafórica de las reivindicaciones particulares. La post-política moviliza todo el aparato de expertos, trabajadores sociales, etc. para asegurarse que la puntual reivindicación (la queja) de un determinado grupo se quede en eso: en una reivindicación puntual. No sorprende entonces que este cierre sofocante acabe generando explosiones de violencia “irracionales”: son la única vía que queda para expresar esa dimensión que excede lo particular.»[3]

En cuanto organizaciones reformistas y burocráticas, las asociaciones de parados tienen intereses corporativistas y no pueden desear realmente el fin efectivo del paro, el cual significaría su propio fin. No tienen otro objetivo que dirigir eternamente una lucha sin victoria hacia el contenido absurdo. Pasan a ser aliados necesarios del Espectáculo. Ya no se trata de luchar contra la dirección ficticia de esta sociedad, sino de autoorganizar nuestras propias vidas a pesar de la presencia de un poder que ya no tiene otra existencia que la policial.

Los parados hablamos. Nos dirigimos abiertamente a institucionales tales como la EPA [Encuesta de Población Activa]. No podemos dejar impune la insolencia de dichos especialistas, los cuales hablan de nosotros sin conocernos y que sufren, en realidad y desde el fondo de su despacho, tanto miedo de encontrarnos. Tanto las estadísticas como el sondeo son, en nuestros días, uno de los más poderosos instrumentos de dominación y de control social. Si el amo de una sociedad es quien detenta la representación que ella se hace de sí misma, entonces la EPA está en manos del poder más celoso. Son ellos quienes crean la falsa consciencia que esta sociedad se da de sí misma. Son ellos quienes llenan unos conceptos vacíos con números, forzando así el asentimiento de la sociedad mercantil. Son ellos quienes de forma mortífera cuantifican la vida. Se podrá siempre hacer callar la verdad por medio de encuestas.

«Lo sorprendente no es que la gente robe, o que haga huelgas; lo sorprendente es que los hambrientos no roben siempre y que los explotados no estén siempre en huelga.» [4]

Notas:

[1] "La insurrección que llega", Comité Invisible.
[2] "Ejercicios de Metafísica Crítica", Tiqqun.
[3] "En defensa de la intolerancia", Slavoj Žižek.
[4] "El Anti-Edipo", Gilles Deleuze y Félix Guattari parafraseando a Wilhem Reich.